Diseño de Etiquetas para Vino: desde la Esencia hacia el Impacto
Si estás interesado en un trabajo profesional de diseño para la etiqueta de tu vino, está claro que conocés la influencia directa que una buena apariencia tiene en las ventas. Le guste a quien le guste, la etiqueta del vino es más que su carta de presentación y puede ser un factor definitivo en la decisión de quien compra.
Es cierto que la meta final es que el consumidor termine comprando tu vino pero, para llegar a eso, antes hay que hablar de algunos conceptos que se relacionan con el proceso creativo y su resultado.
Conmover en pocos segundos ¡Todo se define en la góndola!
Estamos de acuerdo en que la capacidad de una etiqueta para acaparar la atención de un comprador potencial será determinante en su decisión ¿no? También es cierto que existen otros factores igual de influyentes: precio, varietal, gustos personales, etc. Pero dejemos esto de lado por un minuto.
Es importante tener en cuenta que este momento de observación, interés y decisión suele durar pocos minutos, incluso segundos. Hay que buscar la manera de mostrarle a las personas la cara del vino de una manera rápida y eficaz, logrando, al mismo tiempo, justificar su elección de haber dedicado tiempo de atención en la botella. La precisión en los detalles de diseño, el uso creativo del color y la búsqueda de un concepto bien definido harán el trabajo de impresionar positivamente a quien observa nuestra etiqueta.
Este es el trabajo que hicimos para el vino estadounidense “Mothernature”. En este caso el diseño busca, mediante una composición clásica, resaltar tres atributos importantes del vino: tiempo, naturaleza y aromas.
Generar un impacto visual contundente que destaque a una botella de vino entre las demás no es tarea fácil, pero es esencial. Siempre existe la posibilidad de que alguien termine inclinándose por otra, pero si el diseño de la etiqueta funciona, correremos con ventaja la próxima vez que la vea.
El poder de la síntesis
Una manera inteligente de trabajar en la etiqueta de un vino es pensándola como portadora de una historia. En este plan, el diseño puede ser utilizado para representar una estructura narrativa; ya sea un ideal, una convicción, un deseo o demás. Ahora bien, si vamos por ese camino, tengamos en cuenta que debemos desplegar toda esta construcción creativa en pocos centímetros y procurar hacerlo entendible para quien vea la etiqueta.
El vino es un producto especial porque suele estar marcado por las historias, creencias o filosofías de sus creadores. Convertir esta influencia en un mensaje interpretable para los amantes de la vitivinicultura puede marcar una diferencia a favor en su consideración de la botella, y el diseño de etiqueta es el método para lograrlo.
Para el diseño de etiqueta del vino espumante “CENSURADO”, nos enfocamos en representar positivamente la inquietud de su creador, Miguel. Este productor vitivinícola independiente vino a nuestro estudio con la idea de lanzar su propia línea de vinos, fuera del contexto de censura que su trabajo le imponía.
Enfocar el diseño de una etiqueta en contar una historia es una manera de ganar la empatía y la atención de un comprador, pero no es la única. Veamos qué podemos hacer si queremos que nuestra etiqueta le hable a perfiles determinados de personas.
Amantes del vino ¿son todos iguales?
Ya hablamos sobre la importancia de generar impacto estético a través del diseño y de cómo podemos utilizar las historias para dar un mensaje a los consumidores. Ahora, salgamos por un rato de la góndola para volver atrás; al proceso creativo de la etiqueta.
Una de las etapas en el camino del diseño de etiquetas para vino tiene que ver con reconocer un público al que se busca convencer (acá es donde encontraremos algunos puntos en común con el armado de una estrategia de publicidad).
En fin, si el concepto, la historia o simplemente la intención que tiene el creador del vino permiten identificar a un perfil de gente con características, gustos, consumos o hábitos más o menos determinados, hemos encontrado un punto al que podemos apuntar a través del diseño.
Un buen ejemplo para graficar esta idea puede ser el de la etiqueta que diseñamos para la línea “BACANAL WINES”. Como lo indica su nombre, la identidad de este vino tiene un origen inspirado en las antiguas “bacanales” (latín: Bacchanalia); fiestas alocadas propias del culto romano que honraba al dios Baco, ligado por la mitología al vino y la fertilidad. Mediante esta identificación, este vino se presenta como defensor de un ideal que persigue reivindicar la música, la danza, la bebida y el amor por sobre todas las relaciones humanas.
El minimalismo y la liviandad predominan en el diseño de su etiqueta, completando un concepto que apunta a un público joven e identificado con una visión lúdica de la vida.
Profesionales en Diseño de Etiquetas
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